¡Buenos días! Hace ya casi una semana que fue este evento literario y he querido dejar pasar unos días para hablar sobre él.
Lo primero de todo lo que quiero decir es que... ¡Vaya cuestas tiene Jaén! Cuesta pa' arriba, cuesta pa' abajo...
Como bien sabéis, se celebraba el sábado 5 de Mayo, por lo que yo fui el día anterior, ya que desde Valencia hay unos 430km de distancia.
Sobra decir que la noche anterior al viaje, no dormí demasiado bien. Me cuesta dormir cuando sé que voy a viajar.
Llegué a Jaén a media tarde y nos pusimos a ver el recinto, la habitación y los alrededores.
Al poco rato, llegó Cristi P., con Paris, su novio, y nos fuimos a tomar algo y a cenar por ahí.
Lo pasamos genial y aprovechamos para ponernos al día y contarnos cotilleos, aunque no puedo olvidarme de contaros que tuvo un detalle conmigo que me encantó, me regaló un bolígrafo que ya había tenido, pero que había perdido. Desde aquí, ¡mil gracias!
Caía la noche ya y no podía irme a dormir, tenía que esperar a Dublineta Eire, si nos conocéis, ya sabéis que somos muy amigas y no solo dentro del mundo literario. Hay amistades que traspasan algunas barreras y Dubli es mi media naranja alicantina.
A las dos y media de la madrugada, nos fuimos a nuestras habitaciones, evidentemente, me hubiera quedado más rato en la terracita con ella, pero había que madrugar. Aquí voy a dejar una foto solo, ya que creo que en casi todas las que tengo, salimos juntas.
Y llegó el día tan esperado...
Ya conté que había sido finalista en el Certamen de relatos que se organizó y aquí os dejo una imagen que salió en el periódico, para mí es todo un orgullo verme ahí. Nos dieron un diploma, que por supuesto tengo expuesto en mi pequeño rincón y un ejemplar de la antología solidaria Sueños de papel.
La comida, al menos para mí, fue un desastre, sin embargo no lo voy a comentar porque al comunicarlo a la organización, tomaron las medidas que tenían que tomar.
No quiero hablaros de cada una de las mesas, porque esto sería interminable, sin embargo, quiero destacar tres de ellas.
La primera, la de los hombres. Quiero destacar que Fransy Guerrero, como moderador lo hizo genial y fue una mesa muy entretenida, además, tuve la oportunidad de conocer autores que me llevo para mi lista de pendientes, Leo Mazzola y Rubén Navarro, al resto, Rafael Vallejo, José Antonio Moreno y Fran Cazorla, ya los conocía, al menos virtualmente.
La segunda mesa de la que quiero hablar es la de Supervivientes del Indie. Faltaron un par de autoras y solo pudimos ver a Elena Fuentes, Dublineta Eire y Marta Sebastián. Ese día era el cumpleaños de Dubli y minutos después de haber comenzado, sorprendieron a la cumpleañera con una magdalena grande, gorda y chorreosa de crema.
Y ahora llega la mesa de la discordia, por la que he esperado unos días a hacer esta entrada para poder medir mejor mis palabras, la de autopublicados.
Lo cierto es que fue una mesa entretenida en la que muchos autores y autoras contaron sus experiencias, y a pesar de que algunas personas quisieron tener protagonismo con alguna que otra frase que estaba fuera de lugar, eso se quedó en nada cuando llegó, al menos para mí, el momento que estropeó el evento.
Al preguntar si el evento se repetiría el año que viene y comentar que me gustaría ver mesas en las que hubieran maquetadoras, portadistas, correctoras y gente especializada en ese tipo de cosas que a los autores nos viene muy bien, se me contestó que ese encuentro era para promocionar a los autores de Jaén, aunque no se veta la entrada a nadie.
¿¿Quééé??
¿Cómo se me puede responder eso? ¿Cómo se puede tener tan poca delicadeza? No voy a dar el nombre de la persona, pero era una de las organizadoras y estará en siguientes ediciones, no de las que se han marchado de la organización.
Quiero comentar que solo en alojamiento y gasoil, porque recuerdo que para ir tenía que hacer unos 860km entre la ida y la vuelta, se me fueron 200€, eso sin contar comidas y cenas, claro.
Fui porque quise, sí. Me gasté el dinero porque me dio la gana, sí, pero, ¿eso son formas de responder?
Puedo entender que estuviera nerviosa, o que no midiera sus palabras sin querer, pero en ningún momento se acercó a mí para pedir disculpas por el feo que había hecho, y no solo a mí, claro, porque a pesar de ser yo la que recibió la respuesta, digo yo que a los autores que fueron de otros lugares, no les sentaría muy bien.
Me pareció una manera muy fuera de lugar para callarme la boca y es por eso por lo que el año que viene, no asistiré.
Lo digo con mucha sinceridad y midiendo mucho mis palabras, ya sabéis que no suelo tener filtros a la hora de hablar, pero no quiero dar protagonismo, aunque lo esté haciendo, a una persona que para mí, no se lo merece.
Sobra decir que éramos mayor cantidad de autores de otras provincias, que locales.
Lo dicho, el año que viene, como soy de Valencia y no de Jaén, no iré al RoJa y con esto, al igual que much@s autor@s, no digo que no vaya a ir a eventos del sur de España, sino que iré a otros diferentes.
No pretendo machacar este evento ni tirar por tierra el trabajo de nadie, ya he dicho que en general, a mi me encantó y disfruté muchísimo, estuvo muy currado y cuidado cada detalle.
Y como no quiero quedarme con un sabor amargo de boca, me quedo con las personas que no conocía y pude conocer y con las que ya conocía, pero solo por redes sociales, y pude abrazar.
La mesa de dulces, el photocall, las mesas de firmas, el kit de supervivencia y algunas cosas más como los sorteos, estuvieron de maravilla.
También, tuve la oportunidad de conocer la ciudad y al día siguiente, ir a Granada y ver la Alhambra, pero esas fotos las guardo para mí, que pertenecen a mi vida privada.